¿Quieres proteger tu riqueza en el Perú cuando la mayoría de las personas inician en el viaje del emprendedor, lo hacen para dar de comer a sus familias y tener un futuro próspero, pero algunos también lo hacen para llevar a cabo ambiciones y sueños de mejorar la vida de las personas. Sea cual sea la razón, existe una porción que lo logra y es prospera. Y es en esta prosperidad que se quiere dar el siguiente paso a las nuevas generaciones o simplemente se tiene como suyo todo lo trabajado y no caen en la cuenta de que la empresa tiene vida propia, de que es un hijo más y que implica responsabilidades en cuanto a la administración del patrimonio fruto del esfuerzo del que le pertenece a esta nueva persona llamada “empresa”. Pues existe la creencia de que el representante de la empresa es el dueño de sus bienes, y tal vez sea un tema de terminología mal usada (se usa la palabra “dueño” como si fuera propiedad del accionista mayoritario o su representante la empresa, cuando se trata más bien del dominio que puede ejercer en el curso de la vida de la entidad, así como el padre es responsable del hijo y ejerce dominio sobre este, mientras es menor de edad, en otras palabras, hay una subordinación del ente con el representante) o del mercado poco informado, cuando el único dueño del patrimonio o riqueza es la propia empresa.
Con el pasar de los tiempos los controles estatales han ido mejorando y ampliándose, así como las exigencias del mercado y a veces los profesionales que nos acompañan en el inicio del trayecto no están lo suficientemente capacitados para ayudarnos con la magnitud del crecimiento de la empresa, tal como si un profesor de primaria con uno de secundaria o de universidad.
A veces, tenemos la creencia de que nada cambia y el temor por no poder afrontar la realidad, por el no sentirnos preparados, lo cubrimos con ideas que aprendimos en nuestro entorno. A muchas familias empresarias les pasa esto, en la transición de primera a segunda generación, siendo esta última, la que absorbe estas ideas porque se sienten exitosos, lo que a veces hace que se estanquen o generen riesgos innecesarios. Se puede comprender que por el instinto de negocios que desarrollan a lo largo del tiempo busquen la maximización de su inversión, pero a costas de ineficiencias como el mal pago al personal o la evasión de impuestos, ya que el profesional que los acompaña (por lo general un contador que no está bien pagado, ni informado y trata de resolverle todo por el temor de quedarse sin empleo, pero dando una sensación de seguridad efímera) no es el adecuado al estadio de su emprendimiento (eso lo podemos ver con el indicador de edad del negocio versus activos y utilidades).
Todo esto genera riesgos, pero también improductividad, ya que luego de un determinado ciclo del negocio, estas comienzan a presentar ganancias no rentables y son canibalizadas las utilidades por las deudas con el accionista o la rentabilidad es desviada a pago de alquileres de locales de propiedad de la familia, convirtiéndose al final de cuentas el negocio principal uno inmobiliario.
Ahora, conocida esta realidad, hay empresarios que sí quieren hacer las cosas bien y buscan que su negocio se vuelva una verdadera empresa, es decir que la mayor utilidad la perciba por la explotación de sus recursos y del valor que genere por ello (No entraremos al hecho de que muchas empresas muestran utilidades en positivo, pero que no cubren el capital ni factores como la inflación y otros costos de oportunidad, lo que hace ineficiente a muchas de las empresas, aun presentando valores positivos, y que como ya se mencionó subsanan esas ineficiencias con el cobro de alquileres, volviendo al verdadero giro del negocio en uno inmobiliario); o hay quienes entienden que con las ineficiencias que presentan, hace complicada la sostenibilidad para próximas generaciones por la generación de pasivos legales o riesgos.
A este grupo de personas se les puede dar consejos para preservar su patrimonio, en base al tipo de empresa o conjunto de negocios que tienen.
Podemos aclarar que se considera el Patrimonio Empresarial:
- Acciones de las Empresas Familiares o PYMES
- Acciones de otras Empresas que no están bajo el control familiar o de la junta de accionistas
- Activos de la actividad empresarial
Y se considera el Patrimonio Familiar o Individual:
- Efectivo en cuentas ahorros inversiones, metales, etc.
- Bienes muebles (autos, equipo de transporte, etc.) e inmuebles (casas, edificios, terrenos, etc.)
- Títulos, acciones bursátiles y fideicomisos
- Intangibles (marcas, patentes, derechos de autor, etc.)
Por otra parte, debemos señalar las responsabilidades que tienen los administradores o dueños de las compañías, por incurrir en riesgos o daños:
- En el primer grupo se enmarcan los daños a la sociedad, sus socios o terceros, causados en el ámbito de la gestión de la sociedad y cuyo origen está en actos u omisiones del gerente, ya sean negligentes, por falta de diligencia o ilícitos. De demostrarse la culpa del administrador, este deberá responder personalmente con sus bienes.
- Incurrirás en responsabilidad por deudas empresariales en el supuesto de no adaptar la sociedad a la legislación que la regula (cumplimiento normativo) o por no disolverla cuando existen motivos legales o estatutarios. Si ocurre, deberás responder con tu patrimonio solidariamente junto con la empresa y no es necesario demostrar tu culpa.
- El último grupo lo forman la responsabilidad por deudas tributarias contraídas con la administración: sanciones o deudas. De su pago responderás solidariamente y sin necesidad de que previamente se declare la insolvencia de la empresa.
Para proteger el patrimonio familiar podemos usar los siguientes esquemas legales:
- Donación y copropiedad
- Explotación de intangibles
- Donación de nuda propiedad con reserva y usufructo de por vida.
- Y en caso de Inversiones figuras como: Fideicomisos, designación de descendientes, donación de derechos de fideicomiso ligado a seguros de vida, transición de dominios, etc.
- Formar un family office
- Realizar un planeamiento patrimonial fiscal
Pero a su vez, podemos proteger el patrimonio empresarial mediante:
- Ordenar en empresas Holding e independizar cada unidad de negocio
- Manejo de Fideicomisos
- Colocación de operaciones Trust en el extranjero
- Seguros entre Socios y Seguro de Hombre Clave (Representantes)
- Donación ordenada de acciones de manera legal y fiscal
- Realizar un planeamiento tributario adecuado
Un paso previo para estos esquemas es:
- Hacer un inventario del patrimonio de la empresa y de la familia
- Regularizar legalmente el patrimonio con facturas, escrituras, certificaciones, trazabilidad de las operaciones, etc
- Preparar la transmisión heredable y la sucesión en la operación de la empresa en Perú
¡Es hora de tomar medidas! En este blog te brindaremos consejos y estrategias poderosas para mantener tus activos seguros y protegidos en el cambiante panorama económico peruano. ¡No esperes más y comienza a proteger tu futuro financiero hoy mismo!